Cuando vas por la calle sin la música en las orejas (o algún audiolibro) escuchas frases que tienen su gracia incluso sacadas de contexto. A veces son frases hechas,
gracietas o simplemente un diálogo que parece
para besugos...
Hago un dibujo en ese momento, porque sé que si no lo plasmo in situ, aunque lo apunte en la libreta o incluso en el móvil (sí, tengo muy mala memoria), ya no será lo mismo y se me pasan posturas y gestos que luego no soy capaz de recordar.
Esta primera frase dicha sucedió el otoño pasado cambiando de colegio a las 9 de la mañana: Primer día lluvioso que había barrido con las hojas ya secas que todavía colgaban de los árboles, un operario del ayuntamiento está trabajando en el desagüe de la acera a la vez que charla con un conocido...